Las Hermanas de la Caridad de la Asunción nacen del encuentro y de la fecundidad de dos carismas, el del padre Etienne Pernet, asuncionista francés del siglo XIX, y el de Luigi Giussani, fundador del movimiento de Comunión y Liberación.
El padre Pernet quedó muy impresionado por la situación de pobreza en que vivían las familias obreras de los suburbios de París y tuvo una intuición: sólo una mujer consagrada podía entrar en esas casas para encargarse de las necesidades que podía encontrar, desde hacer la limpieza a preparar la comida, el cuidado y la instrucción. Nacen así las Hermanitas de la Asunción, que de hecho “inventan” una forma moderna de welfare: la asistencia a domicilio. En su expansión misionera las “Suorine” (así se las conoce en los barrios en los que viven y trabajan) llegan hasta Milán, donde don Giussani las encuentra en 1958, quedando muy tocado por su experiencia de fe y, por tanto, de caridad, por la profunda unidad entre misión y vida religiosa.
Presentes hoy en Turín, Milán, Trieste, Roma, Nápoles y Madrid, las Suorine, cuya rama italiana dio vida entretanto a las Hermanas de la Caridad de la Asunción, constituyen una realidad social que ha adquirido las nuevas dimensiones de la asistencia domiciliaria: la intervención en la casa, la asistencia sanitaria, la acogida de menores durante el día, el compromiso en la educación de los menores mediante la relación con el colegio y la familia, la colaboración con la administración pública. El horizonte de esta presencia es el fin indicado en una frase del padre Pernet: “Reconstruir un pueblo para Dios”.
A partir de la historia pasada, esta exposición cuenta con testimonios, vídeos e imágenes la riqueza de estas experiencias de pueblo y de fraternidad en los barrios periféricos de las ciudades donde las hermanas están presentes.