El cristianismo es una contecimiento imprevisto e imprevisibile: el anuncio de que el Misterio se ha hecho hombre y ha nacido de una mujer en un momento y un lugar determinados. La modalidad que Dios ha elegido para entrar en relación con el hombre y salvarlo es un acontecimiento, un hecho histórico, no un pensamiento o un sentimiento religioso vago. Y este acontecimiento de Cristo permanece en la historia a través de la compañía de aquellos a los que Él incorpora a Sí por medio del Bautismo. Es el comienzo de un yo nuevo, un protagonista nuevo de la historia cuya dimensión es la pertenencia a un sujeto histórico preciso: el pueblo de aquellos que "sonllamados con su nombre" (Jr14,9)
Identifica en el sentido religioso la esencia misma de la racionalidad y la raíz de la conciencia humana, allí donde el yo se plantea preguntas sobre el significado de la vida, de la realidad y de todo lo que acontece. A la vez, el padre Giussani guía al lector hacia el descubrimiento de aquel sentido original de dependencia que es la evidencia más grande y sugestiva para el hombre de todos los tiempos. Exalta la razón e intuye una respuesta posible a nuestros cuestionamientos introduciendo la hipótesis de la revelación. Por medio de ésta es el Misterio el que se hace conocer yendo al encuentro del hombre. El Cristianismo se liga al sentido religioso porque se propone como respuesta imprevisible, aunque plenamente razonable, al deseo del hombre de vivir descubriendo y amando el proprio destino.