Dios ha salvado la distancia. La fe cristiana hace esta proclamación inusitada en la que se afirman a la vez dos acepciones que la frase permite en español.
Por un lado, Dios ha franqueado la distancia infinita que separa al hombre de su Creador cuando en la encarnación se ha hecho «Dios con nosotros».
Por otro lado, decimos que Dios ha salvado la distancia porque ha salvaguardado su infinita trascendencia, sin la que el hombre corre el continuo peligro de convertir a Dios en un ídolo. Cuando Dios se ha hecho tan cercano que se ha comunicado visiblemente en el Hijo, a la vez, ha custodiado su invisibilidad.