«El hombre es una puerta a la que está llamando Cristo. “Mira que estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y me abre la puerta, entraré en su casa y cenaré con él y él conmigo” (Ap 3,20).
El hombre puede abrir la puerta de par en par y dejar a Dios que actúe en él y a través de él o bien puede decirle: “Tú lo haces todo mal, déjame que ya lo hago yo a mi manera” y cerrar dando un portazo. El hombre puede aceptar la herencia de Dios o decidir empeñarla. Pero Dios no se marcha porque Cristo está en cada uno de nosotros. Él no puede dejar de estar. En nosotros, Cristo puede vivir o morir –porque cuando intentamos matarlo Él sufre el desgarro de la muerte– pero es inmortal…, no puede morir. Antonio Martinotti representa a Cristo prisionero en nuestro interior. En efecto, Cristo llama a la puerta desde dentro, no desde fuera».
Tatiana Kasatkina
Prólogo de Julián Carrón
«¡Qué inmensa, infinita gratitud invade tu vida cuando alguien te introduce en la realidad, en su misterio, en el “otro mundo en este mundo”! (…) Para descubrirlo basta visitar la exposición sobre Dostoievski, de la mano de Tatiana Kasatkina, quien la ha pensado y realizado para el Meeting. Y entenderéis por qué la descubrimos amiga y por qué nos hace amigos, improvisadamente, del gran escritor ruso. Muchos son los que han leído a Dostoievski, pero Tatiana nos conduce a un nivel de profundidad en su descubrimiento que antes no alcanzábamos a ver. Todo estaba ahí, en sus textos, pero hacían falta los ojos, una mirada capaz de reconocerlo, de sorprenderlo».
Del prólogo de Julián Carrón